La Vida Ingrávida
Esta civilización, a cuya decadencia hoy asistimos, surgió a finales del Barroco con la Ilustración.
En el Barroco aparece con profusión en las artes plásticas la figura del ángel, los célebres «putti», como símbolo de inocencia, de ilusión. El mundo se está reintentando, con la ilustración se están sentando las bases de una sociedad más justa y en la que por primera vez se consideran términos tales como Libertad, Igualdad y Fraternidad, se proclama la bondad por naturaleza del hombre y se pretende «iluminar» todos los aspectos de la vida con la luz de la Razón.
Los putti del barroco jugaban con ilusión en su nuevo, luminoso y pujante mundo de grandes y nobles ideales. Hoy esos «neo-putti», perdida su original ilusión y a medio camino entre el desencanto y el miedo, giran erráticos en ingrávido vals, envejecidos bajo el peso de su levedad, atónitos por la cada vez menos inadvertida desaparición de un suelo donde posarse.