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Alfredo Llorens x Alfredo Llorens
La vida a veces tiene curiosas casualidades, serendipias creo que las llaman cuando son afortunadas.
Hace unos días en La Rambleta me dijeron que en la Cambra, al lado de donde se hallaba mi instalación, había un fotógrafo tomando instantáneas a unas modelos o algo así. Cuando llegué estaban recogiendo ya y alguien comentó que se trataba de Alfredo Llorens, el célebre fotógrafo, el co-propietario de mi nombre de cuya existencia sabía por Google. Allí estaba…»el otro».
En estos mundos creativos no es difícil hallar grandes egos, de esos que de entrada cortan y ya «si eso» luego preguntan. Creo que me explico.
Sabiendo que me arriesgaba a recibir un corte por parte de quien podía considerarme su rival onomástico decidí, pese a que en estas cosas soy muy tímido, no dejar pasar aquella curiosa coincidencia y saludarle. Considerando que la mejor defensa es un buen ataque, salté en plancha y le abordé advirtiéndole que Alfredo Llorens no era él sino yo…
No me mandó a freir espárragos. Me obsequió con esta maravilla de foto, demostrando así ser claramente merecedor de tan ilustre nombre…